diumenge, 30 de desembre del 2018

reveillon

Gastronómicamente el año acaba con el reveillon de la noche de San Silvestre. Este reveillon se centra principalmente en una cena que la mayoría de la gente suele realizar fuera de su casa. Es la última comida del año y suele ser amena y divertida. San Silvestre antiguamente era el abogado protector de los animales domésticos: del buey y la vaca, del cerdo y el cordero, y también del bullicioso gallinero. Pero lo era sobremanera de los que hoy se llaman animales de compañía: gato y perro. Joan Amades en su Costumari Català dice que era un día que “els nostres avis feien celebrar llur festa als animals que els feien companyia i donaven bon recapte als gossos, als gats i d’altres bestiar casolà ”. También decía que era la noche postrera del año una noche de brujas a pesar del frío invernal: “ Per Sant Silvestre / totes les bruixes van a destre ”. […] La palabra reveillon, que es francesa, ha servido, sobre todo en Cataluña, para designar exclusivamente esta cena de la noche de fin de año. En Francia el clásico reveillon fue, hasta finales del siglo XIX, la cena que nosotros llamamos de Nochebuena. Pero a principios de XX empezó a llamarse reveillon también a la comida de final de año. […] Hemos de decir que, gastronómicamente hablando, el reveillon tiene en comparación de las cenas de Nochebuena unas características bien distintas. No se suele celebrar en casa, no es una reunión familiar, sino normalmente de amigos, y no tiene un menú típico. Es el momento, por lo tanto, de la cocina pública, de restauración que puede lucirse, aunque normalmente no suela suceder así. Si alguna cosa caracteriza a la noche de San Silvestre son las uvas que se suelen tomar a cada campanada de las doce que señalan el fin de año. Es ésta una costumbre que los franceses atribuyen a España y a Italia, y que en España creemos que se ha originado en Madrid. Sin embargo, no hemos podido saber cuándo empezó este extraño rito de ir a comer las uvas a la Puerta del Sol al ritmo de las campanadas del reloj del que era Ministerio de Gobernación. Creemos que es una costumbre del siglo XIX y agradeceríamos a los lectores que lo supieran nos aclararan cómo y cuándo empezó este ritual, que luego se ha extendido en toda España. Si es que realmente tiene su origen en el Madrid decimonónico. Las primeras referencias que yo he encontrado son de fin del siglo XIX, pero creo que debe de ser una costumbre algo anterior. De cuando se montó el reloj en el antiguo Ministerio de Gobernación, reloj obra del leonés Losada, que data de la mitad del XIX, exactamente de 1866. Y sólo nos resta ahora desearles una buena cena de San Silvestre que deje buen recuerdo de este año tan difícil que acabamos de pasar. Lo ha sido desde todos los puntos de vista y la elevación de los precios de la gastronomía en estas fiestas ha sido tal, que nos inquieta para el futuro. Ojalá nuestros temores no se conviertan en triste realidad.

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